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Conozca las capacidades operacionales para combatir al Coronavirus en Colombia

Conociendo un contexto global y analizando la situación que presenta el país, en el pasado mes de febrero se determina por orden del señor Presidente de la República, Iván Duque Márquez, la cuarentena obligatoria a nivel nacional, dicha decisión implicó que la población en general tuviera que cerrar sus establecimientos comerciales y resguardarse en sus viviendas para salvaguardar la salud de todos los colombianos.

Debido a este panorama el Gobierno Nacional focalizó sus esfuerzos en la creación de programas cuyo objetivo principal se centró en la distribución equitativa y entrega de ayudas humanitarias, las cuales aún están siendo entregadas en todos los rincones de Colombia, llevando ese clamor de esperanza que solicita el pueblo colombiano ante esta emergencia sanitaria por el COVID-19.

Es así como el Ministerio del Interior lideró la creación del programa ´Colombia está Contigo, Un Millón de Familias’, iniciativa que consistió en entregar un millón de mercados a la comunidad más vulnerable: indígenas, Rom, negras, afrocolombianas, raizales, palenqueras, representantes de Juntas de Acción Comunal, líderes sociales, defensores de derechos humanos, comunidad LGBTI y personas referidas por entidades religiosas.

Esta campaña contó con un equipo de trabajo interinstitucional en el que participan entidades como; Ministerio del Interior, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, las Fuerzas Militares y Policía Nacional. Dicha estrategia inició en el mes de marzo con la planeación de un cronograma de actividades, además de organizar la logística necesaria para llevar las ayudas humanitarias bajo estrictos protocolos de bioseguridad; así mismo, se organizó una base de datos y un mapa con los sectores más difíciles del territorio colombiano para atender las necesidades básicas de las comunidades.

Como plan piloto por orden del señor Presidente de la República, fue llegar de manera rápida y efectiva a los sitios más vulnerables que en ese momento se tenían establecidos por la emergencia sanitaria, adelantando todos los procedimientos y protocolos necesarios para su efectividad.

Todo este trabajo lo canalizó el Gobierno Nacional, quien a través del Ministerio de Defensa y las Fuerzas Militares ejecutaron una plan de contención Institucional frente al COVID-19, llamado ‘Operación San Roque’ cumpliendo con la misión constitucional asignada, el cual contó con cuatro líneas de esfuerzo operacional: la primera, preservación de la Fuerza, en cuanto al cuidado con el estado de salud de las tropas cumpliendo con las normas de bioseguridad para así cumplir con la misión; la segunda, mantener las capacidades, efectuando un acuartelamiento al personal militar para poder tener un alistamiento permanente; la tercera, continuar con las operaciones; y cuarta, trabajar en apoyo a la autoridad civil, colocando las capacidades logísticas y de personal militar al servicio de la ciudadanía en todo el territorio, con campañas pedagógicas para el cumplimiento de las restricciones que generaba la cuarentena obligatoria y el esfuerzo no armado con el apoyo distribución de mercados, abastecimiento de agua en lugares que no tenían acceso a agua potable, entrega de elementos de bioseguridad y traslados aeromédicos para pacientes con COVID-19.

Fue la primera vez en Colombia donde se integró el Gobierno Nacional, las Fuerzas Militares, los gobernadores, los alcaldes, entre otras entidades, para apoyar una operación logística que se llevó a cabo con un planeamiento en tan sólo 15 días y que su ejecución hasta el día de hoy continúa entregando dichos kits de alimentos.

Capacidades Aéreas

Su Fuerza Aérea Colombiana efectuó un alistamiento permanente de la aeronave de Boeing 767 “Júpiter”, un avión insignia para la Institución Aérea y para el pueblo colombiano, debido a que esta aeronave ha logrado múltiples tareas humanitarias, no solamente en el ámbito nacional sino a nivel internacional, como fue realizar la repatriación de los colombianos que se encontraban en china, una tarea que fue supremamente delicada por circunstancias de pandemia y las condiciones atmosféricas que podrían presentar los pilotos durante el vuelo.

Es así, como el “Júpiter” fue el avión asignado para lograr la misión de iniciar con la distribución y entrega de las ayudas humanitarias, desde el Comando Aéreo de Transporte Militar CATAM donde el primer vuelo se hizo hacia el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, cuya recepción la realizó el Grupo Aéreo del Caribe y fue transportado por tierra hacia el batallón de infantería de la Armada de Colombia, y desde allí los entes gubernamentales junto con la Policía Nacional hicieron la entrega de los kits alimenticios.

Así mismo, también se desplegaron las alas de esperanza a lugares como la Guajira donde se entregaron más de 10 mil ayudas para iniciar la operación en el norte del país y en otras regiones; contando con el alistamiento de aeronaves de carga como el C295, C130 “Hércules”, Boeing 727 “Atlas, FAC 0001 Presidencial, entre otros.

Además, se tuvo en cuenta las aeronaves Casa C295 que fueron adaptadas para evacuar a nivel nacional personas que tuviesen contagio de COVID-19 para ser transportados a unidades de cuidados intensivos, y de esta manera salvaguardar la vida de los colombianos desde las poblaciones más vulnerables.

Esfuerzo articulado y despliegue operacional en tierra, mar y aire

Las Fuerzas Militares llevaron sus conocimientos, destrezas y recursos a un nivel óptimo, conociendo sus capacidades para fortalecer los procedimientos y sobrellevar las dificultades que se presentaron en los diferentes escenarios, a nivel táctico no se presentaron accidentes durante las operaciones, evidenciando un esfuerzo articulado entre las Fuerzas.

Fue el caso de la ejecución de diferentes despliegues de gran magnitud, como fue en el departamento del Vichada, donde se transportó por vía aérea Bogotá- Villavicencio y por vía terrestre en vehículos del Ejército Nacional y con ellos se llegó al Casanare donde los esperaba un buque de la Armada Nacional para ser transportados por vía fluvial en todo el territorio del Vichada, superando los riesgos atmosféricos y fluviales que tiene la región, llevando más de 70 toneladas de ayudas humanitarias.

Por otro lado, con el programa de la primera dama, María Juliana Ruíz Sandoval, se dio paso a apoyos y asistencias a los diferentes entes gubernamentales, como fue el caso de bomberos, donde apoyaron con el despliegue aéreo de transportar vehículos cisterna a diferentes departamentos, como: San Andrés Islas, Amazonas y Vichada, en el paso por este último no fue fácil, debido a que el carro de bomberos no solamente iba a Puerto Carreño capital del Vichada, sino que iba a ser destinado a la Primavera, un municipio pequeño que necesita la ayuda de carácter urgente; por ese motivo, se hizo un despliegue aéreo de la máquina de bomberos, además de un buque que tuvo que transportarlo por vía fluvial desde Puerto Carreño hasta la Primavera, llegando a dicha población con éxito.

De esta manera, las Fuerzas Militares de Colombia a través de su personal militar y su despliegue operacional continúan entregando miles de ayudas humanitarias a lo largo y ancho del territorio colombiano, reflejando su compromiso y vocación de servicio en pro de mitigar los impactos por la emergencia sanitaria COVID-19.

Autor
Comunicaciones Estratégicas GACAR

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