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Mamá y militar, dos labores que se llevan con orgullo en el corazón

El día de las madres es una oportunidad para reconocer la labor abnegada que durante toda la vida realizan las mujeres por sus hijos. Es una conmemoración en la que se rinde homenaje a un integrante fundamental del núcleo familiar, que brinda vida, amor y apoyo incondicional.

Hoy reconocemos ese trabajo que con esfuerzo, dedicación y sacrificio realizan todas las mujeres de Colombia, por eso queremos que conozcan la historia de una de las Suboficiales de la Institución que cumple este doble rol, ser mamá y militar.

La Técnico Segundo Liseth Tatiana Preciado es caleña, una mujer alegre, inteligente, es madre, hija y esposa. Profesional en Administración de Empresas, decoradora y excelente cocinera, una mujer llena de bondad, de amabilidad, que quiere ser ejemplo para otras mujeres y que siempre busca lo mejor para su familia.

Decidió ingresar a la Fuerza Aérea Colombiana porque vio en la Institución la oportunidad de un modelo de vida lleno de disciplina, de entrega, una buena oportunidad de salir delante, de conseguir lo que quería para su vida y en ese momento para sus padres, “fue una manera de demostrarme así misma de qué era capaz y de demostrarle a mi familia lo fuerte que podía llegar a ser por ellos”. Afirmó la Técnico Segundo.

Lleva 10 años en la Institución Aérea, es de la especialidad de Comunicaciones Aeronáuticas, el área de conocimiento es Defensa Aérea, fue la primer mujer tripulante del avión AC-47T Fantasma, en el cargo de armero y en palabras de ella misma “fui una guerrera y estuve a la par de los hombres en las actividades de vuelo”.

Para Tatiana ser militar es un honor, un estilo de vida, enseñar a los subalternos a seguir el ejemplo de los superiores y trabajar por un bien común. “Mi mayor reto es llevar con honor el uniforme, mi grado, mi esencia, es cumplir con mi familia y con la Institución, mantenerme firme en la decisión que un día tomé y dije sí juro”.

Se enteró que estaba embarazada el 10 de octubre de 2016 y en ese momento estaba cumpliendo su labor como tripulante, desde ese momento su vida cambió, fue una noticia hermosa, que esperaba con muchas ansías, pero que le produjo aún más miedos, se cuestionó como sería su vida, cómo sería ser militar y mamá. Pero sabía que no iba ser imposible, conocía la historia de muchas madres de la Fuerza Aérea y de otras Fuerzas Militares, que cumplían con esta hermosa labor, sacando adelante a sus hijos.

Ese rol que cumple hoy la Técnico Segundo Preciado de ser madre y militar conlleva sacrificios, encontrar el equilibrio para compartir con su hijo y llevar a cabo sus actividades laborales, pero desde el momento en el que se enteró que iba ser mamá y durante los 7 años que ha tenido esta doble responsabilidad lo ha logrado de la mejor manera, esto también gracias al apoyo incondicional de su familia.

Reconoce que es un gran reto ser mamá y militar, una tarea que se cumple todos los días, en todo momento y lugar. Sabe que estar en la Institución demanda tiempo extra y cuando llega a casa debe continuar. “No es fácil, porque me he perdido de algunas cosas importantes, como ver a mi hijo caminar por primera vez, algunas de sus clausuras del colegio, izadas de bandera, pero lo cierto es que cada momento que tengo libre comparto al máximo con él, le doy lo mejor de sí misma, lo ayudo en sus tareas y nos divertimos. Sé que con mi trabajo le doy calidad de vida y eso se lo hago saber cuando me pregunta porque me voy tantos días”.

“Para mí ser mamá es una gracia de Dios, es sentirme realizada como mujer, es lo más bonito que se puede sentir en el corazón, en el alma, en la mente, es un sentimiento que me llena de orgullo, me despierta la creatividad. Es encontrar el verdadero amor infinito, es perder la paciencia, la cabeza. Ser mamá es aprender a guiar a alguien, a enseñarle lo mejor de ti, que sea feliz, que sea fuerte, que tenga carácter, que quiera cumplir todos sus sueños, ser mamá es algo indescriptible”. Sostiene la Suboficial

Así como Tatiana cumple su rol de mamá y militar, también es hija, su progenitora falleció cuando era muy pequeña, su abuela materna fue quien la guio y la cuidó desde bebé, para convertirse en la mujer fuerte y valiente que ahora es.“ Mi mamá es todo en mi vida, es uno de mis más grandes amores, ella no es quien me dio la vida, pero me ha construido una vida llena de amor, de disciplina, una vida con valores, me crie de la mejor manera, con mucho esfuerzo y humildad, tengo claro que fui una motivación para seguir adelante y salir del dolor que le produjo la muerte de su primogénita quien era mi verdadera madre, ella es una parte de mí, es una de las razones más importantes por la que me esfuerzo cada día, ella es la razón por la cual yo puedo cumplir con mi rol de militar, gracias a su ayuda y apoyo, para ella soy su todo, lo único que tiene para su sustento y para ser feliz, para tener una vejez digna y tener tranquilidad de que está a salvo conmigo”.

La Técnico Segundo Preciado aún tiene muchas metas por cumplir, quiere seguir estudiando y preparándose profesionalmente, uno de sus sueños es ver a su hijo siendo un hombre de bien, con muchos valores, que sea profesional, ético solidario y amable, ella seguirá siendo una mujer que hace lo que le apasiona con amor.

En este día de la madre deja un mensaje para quienes con sacrificio cumplen esta labor “A todas les digo que se puede lograr lo que uno se propone, con una meta, un propósito, que no es fácil, pero que se viven momentos maravillosos, que se sientan realizadas como mamás, mujeres, esposas, hijas y militares, somos mentoras de nuestros hijos y muchas veces de amigos y compañeros”.

Autor
Oficina de Comunicaciones Estratégicas CACOM 7

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