Veinte años después, vuelve a la Unidad donde nació su vocación

En el Día del Reservista de Primera Clase, establecido por el Decreto 1934 de 1985, la historia del Técnico Segundo Eduardo Arturo Jaramillo se erige como un ejemplo de disciplina, amor por la patria y lealtad a la misión institucional.

Nacido en Bogotá y criado en el corazón del Tolima, Jaramillo creció entre el trabajo del campo, las enseñanzas de un padre ejemplar y la exigencia amorosa de su madre, en el 2005, inspirado por un familiar militar, ingresó como parte del primer contingente de soldados regulares en el Comando Aéreo de Combate No. 4. Ese día, bajo un sol abrasador, probó su primera comida en rancho de tropa y enfrentó, por primera vez, la incertidumbre de dormir lejos de casa, entre las vivencias que guarda con afecto está aquella guardia nocturna en la que, para mantenerse despiertos, él y sus compañeros, a la luz de la luna y las estrellas, se contaban historias.

La experiencia como reservista despertó en él un profundo apego por la disciplina y la mística militar, aunque las circunstancias económicas lo llevaron a continuar su carrera como Suboficial en el Ejército Nacional, donde sirvió en diferentes partes del país; en el 2015, tras destacarse en operaciones, solicitó su cambio de fuerza, incorporándose a la Fuerza Aeroespacial Colombiana, desde entonces ha perfeccionado sus habilidades y enfrentando desafíos personales y profesionales, siempre con la convicción de crecer y aportar a la misión.

Hoy, dos décadas después, el Técnico Segundo Jaramillo regresa a la misma guardia donde comenzó su historia, ya no como aquel joven que daba sus primeros pasos en la vida militar, sino como un suboficial experimentado, con el curso de ascenso al grado de Técnico Primero recién culminado y la mirada puesta en convertirse en Técnico Jefe de Comando.

Su historia, marcada por la perseverancia y el sentido del deber, rinde homenaje a todos aquellos reservistas que, al igual que él, han hecho de su paso por las Fuerzas Militares una escuela de vida y un compromiso eterno con Colombia.