Una ofensiva desarrolla por tropas del Ejército Nacional, en coordinación con la Dirección de Antinarcóticos de la Policía y el apoyo de la Fuerza Aérea Colombiana, resultó en la destrucción de 21 estructuras utilizadas para el procesamiento de drogas, que estaban en Tibú y El Tarra, en la zona del Catatumbo.
Estos laboratorios tenían una capacidad de producción mensual de 2.520 kilos de pasta base de coca, lo cual representan ganancias de más de 2.600 millones de pesos. Según el Ejército, estas instalaciones pertenecían al frente 33 de las disidencias de las Farc.