Desde Guatemala hasta los cielos colombianos: un logro que inspira
En lo más alto del cielo colombiano, un joven cadete de la Fuerza Aérea Guatemalteca alcanzó un hito que quedará grabado en su historia personal: el primer vuelo en solitario. A los 19 años, y tras un exigente proceso de instrucción en la Escuela Internacional de Ala Fija, ESIAF, de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, el futuro Oficial surcó los aires al mando de una aeronave Cessna C-172-S, materializando el sueño que nació en 2021, cuando ingresó a la Escuela Técnica Militar de Aviación en su país natal, Guatemala.
El curso, desarrollado en el Comando Aéreo de Combate No. 1, en Puerto Salgar, Cundinamarca, no solo le brindó conocimientos técnicos en sistemas de aeronaves, regulaciones aéreas, factores humanos y seguridad operacional, sino que fortaleció su liderazgo, adaptabilidad y capacidad de tomar decisiones críticas. Con 17 horas de vuelo reales, cinco en simulador y ocho exámenes superados con éxito, este triunfo representa mucho más que una meta académica: es la confirmación de que con perseverancia lo que hoy parece imposible, mañana será una historia de éxito.
Oriundo de Jocotenango, Sacatepéquez, el joven siempre estuvo motivado por un profundo deseo de servir, acompañado de la pasión por la aviación, lo que lo impulsó a destacarse desde el inicio, obteniendo el primer lugar en su formación inicial como Cadete y siendo seleccionado para continuar entrenándose en Colombia. Para él, cada día de estudio, cada vuelo y cada examen representan pasos firmes hacia un mismo objetivo: portar con honor las alas de piloto militar.
Durante entrevista, el Cadete expresó con orgullo: 'Para mí, esto significa una responsabilidad y satisfacción de poder hacer realidad el sueño que muchos tienen: surcar los cielos al mando de una aeronave', resaltando que desde lejos su familia comparte con él la felicidad de este nuevo logro.
De esta manera, la ESIAF, continúa consolidándose como un referente en el hemisferio para la formación de pilotos militares, fortaleciendo alianzas entre naciones y fomentando el intercambio de conocimientos que trasciende fronteras; experiencias como la del Cadete guatemalteco, inspiran a los jóvenes a creer que, aunque los sueños parezcan lejanos, con esfuerzo y determinación siempre habrá metas esperando a ser conquistadas.
