Disciplina y entrega: la trayectoria del Técnico Primero Valero que inspira nuevas generaciones
Con más de tres mil horas de vuelo, la mirada puesta en el cielo y la convicción de servir a su país, el Técnico Primero Edwin Valero Ovalle, integrante del Comando Aéreo de Combate No. 1, CACOM 1, ha dedicado más de dos décadas de su vida a servir a la Fuerza Aeroespacial Colombiana, FAC; su historia refleja disciplina, entrega y pasión, convirtiéndose en referente para quienes ven en la Institución, una oportunidad para crecer profesional y personalmente.
Nacido en Bogotá, el Técnico Primero Valero encontró en la FAC la posibilidad de unir dos sueños, la mecánica y el vuelo; a sus 15 años ingresó al curso No. 79 de suboficiales, graduándose como Tecnólogo en Mantenimiento Aeronáutico y desde entonces, su carrera ha estado ligada a misiones determinantes que marcaron la historia del país como la reciente Operación Esperanza, donde su compromiso y conocimientos fueron determinantes.
Su trayectoria inició en el Comando Aéreo de Combate No. 6, donde trabajó en aeronaves como el Schweizer SA2-37B, el Casa C-212 y del legendario AC-47T “Fantasma”; durante una década, asumió la responsabilidad de jefe de taller e Inspector Técnico en el Comando Aéreo de Mantenimiento, liderando inspecciones mayores de la aeronave y simultáneamente fortaleciendo su experiencia como tripulante de vuelo en SATENA, acumulando más de 1.800 horas.
Actualmente, trabaja en la Sección de Ingeniería del Grupo Técnico del CACOM 1, supervisando trabajos de mantenimiento en los AC-47T. Su liderazgo ha sido fundamental para garantizar la aeronavegabilidad de los aviones y la seguridad de las tripulaciones en cada operación, igualmente, se encuentra en proceso de formación como instructor para Técnicos Tripulantes de Vuelo, reafirmando así su compromiso con la preparación de las nuevas generaciones.
Más allá de su carrera militar, Edwin es el orgulloso padre de María Paula de 15 años, a quien describe como su mayor motivación. Su historia, marcada por la pasión a lo que hace y la vocación de servicio, es un ejemplo vivo de lo que significa portar con honor el uniforme de su Fuerza Aeroespacial Colombiana.
