Pasar al contenido principal
Logo Top

Capitán Delvasto: un padre orgulloso de ser piloto militar

Los hombres que son padres, manifiestan que tener un hijo es el sentimiento más sublime e inefable que puede experimentar el ser humano en la vida. Sin embargo, también es la mayor responsabilidad que se adquiere, pues dependiendo de cómo lo forme, será el hombre o la mujer del mañana en la sociedad.

En ese mismo sentido, el entorno en el que crezca también determinará sus gustos y pasiones; este es el caso del Capitán Delvasto, quien nació en el ambiente militar, pues por su padre, quien fue Brigadier General del Ejército Nacional, conoció diferentes lugares del país; sin embargo, en Melgar y Chaparral, Tolima, tuvo una conexión especial, ya que desde muy pequeño veía los helicópteros que hoy vuela con honor.

Este piloto militar, perteneciente al curso No. 84 de Oficiales de su Fuerza Aérea Colombiana, tuvo gran inspiración en su padre para servir al país desde una Fuerza Militar, pero tenía claro que su mayor anhelo era volar aeronaves de ala rotatoria.

Actualmente, el Capitán Delvasto es el comandante de la Escuadrilla de Combate y divide su tiempo entre la planeación de las misiones operacionales que cumple el equipo Huey II, aeronave de la que es Piloto Comandante; así mismo, está pendiente del estado de los pilotos, la verificación del mantenimiento de los helicópteros y, paralelamente, cumple su rol familiar en donde se asegura de salir al parque con su niño o de tener los fines de semana de película, siendo este, el plan favorito cuando se encuentran juntos.

Hace cinco años se convirtió en padre y, en este momento, está esperando a su segundo hijo, siendo ellos su inspiración más grande, quienes lo motivan diariamente “a ser una mejor persona, mejor Oficial y Piloto, tener vuelos más seguros, a crecer profesionalmente y salir adelante para ellos” afirmó el Oficial.

En aquel entonces, Delvasto se encontraba en el Grupo Aéreo del Oriente -GAORI-, una de las bases más apartadas de la Fuerza Aérea, lejos de su esposa y como ha pasado con muchos militares, su bebé nació mientras él se encontraba en dicha Unidad, siendo esta, una de las circunstancias más difíciles por las que ha pasado.

Sin embargo, al ser piloto de helicóptero debe llegar a los lugares más retirados de la geografía nacional y permanecer en dichos sitios durante varios días, hecho que no le permite estar siempre junto a su familia, pero que asume con toda la gallardía, precisamente por su pasión y motivación suministrada de quienes son su motor de vida.

Después de 14 años de haberse incorporado, el Capitán Delvasto se proyecta junto a su hogar en la Fuerza Aérea, Institución que le ha permitido crecer personal y profesionalmente, donde ha hecho sus sueños realidad y desea volar tan alto como le sea posible.

Autor
Comunicaciones Estratégicas CACOM 4

Síganos en Google Noticias