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Crear condiciones de vida: la misión de los bomberos aeronáuticos

El bombero aeronáutico tiene el deber de atender las emergencias en los aeropuertos y cercanías, una vocación que requiere de actividades de alta intensidad, entrenamiento físico, estar siempre alerta ante cualquier situación; las emergencias a que se exponen son los incendios, rescates o evacuaciones de personal herido, accidentes e imprevistos que se presentan en las aeronaves. Es así como los bomberos aeronáuticos del Grupo Aéreo del Caribe desempeñan una labor muy importante en el aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, personal que tiene la capacidad de operar vehículo de bomberos, atención pre hospitalaria y control de materiales peligrosos como combustible, aceite y derivados del petróleo, entre otros; sus trajes cumplen con las características de resistencia al calor de 1.200 grados centígrados, lo cual permite estar expuesto a atmósferas calientes y el peso del traje es de tres kilogramos.

Su misión es crear condiciones de vida en los diferentes campos que se desempeñan, salvar la vida de quien se encuentre en el área del siniestro y proceder a continuar con la extinción del incendio, reforzar el sistema de seguridad y garantizar el salvamento.

En todas las Bases Aéreas existe la necesidad de conformar la sección de bomberos aeronáuticos por su vital importancia de mantener en funcionamiento y desarrollo del servicio de extinción de incendios. Actualmente, la Unidad Aérea del Caribe cuenta con seis bomberos, de los cuales cumplen funciones como: operario de máquina de bomberos, jefe de bomberos, rescatista, atención pre hospitalaria, supervisor de movimientos de pista y rampa, extinción de conflagración forestal y estructural, entrada forzada a vehículos cortando láminas de las puertas y techo para recuperación del personal y operan en los 9 kilómetros a la redonda, área correspondiente para la atención de emergencias de la jurisdicción.

La Unidad cuenta con un vehículo de sistema de extinción Rosenbauer de intervención rápida con capacidad de 225 galones de agua, seis galones de espuma contra incendios, máscaras y cilindros con aire comprimido de capacidad de respiración autónoma que evita inhalar los gases tóxicos, herramientas manuales como: halligan, hacha tipo bombero, cizalla, llave universal, mangueras contra incendio, entre otros elementos que permiten realizar las labores de extinción de incendios. Dichas capacidades lo catapultan en la categoría básica número dos, la cual establece que la sección de bomberos cumple con las normas establecidas del Reglamento de Aviación Colombiana RAC 14.

Es así como con la luz del amanecer en el departamento insular, se abren las puertas de acceso y se procede hacer la respectiva revista de trajes y pruebas de funcionamiento del vehículo de bomberos y el sistema de extinción de incendios, “muchachos estemos atentos al llamado del centro de control y al técnico de línea por si hay una reacción” les dice todas las mañanas el señor, Leghwey Archbold, quien está al servicio de la Unidad militar como bombero aeronáutico desde hace siete años y quien aconseja a los jóvenes soldados que hacen parte de esta sección para tener las técnicas necesarias para salvaguardar vidas, y añade “el alistamiento es lo más importante (…) lo primero que se establece es el tiempo, en menos de un minuto ya debe el personal estar listo con el chaquetón, pantalón, botas, hod (protección para la cara) y casco; la protección del bombero es fundamental para entrar ante cualquier situación de emergencia”. Los soldados que hacen parte de esta sección se sienten orgullosos y con ganas de aprender todos los días, como le sucede al soldado Hernández quien desempeña la labor de bombero aeronáutico y desde su perspectiva desea continuar con el sueño de proteger a la nación como futuro oficial de la Fuerza Aérea Colombiana, “para mi es satisfactorio, aprendemos desde lo teórico-práctico a reaccionar ante cualquier situación, vemos como se opera la maquinaria y tenemos un entrenamiento físico personalizado que nos permite estar en óptimas condiciones (…) soy el orgullo de mis padres y el ejemplo de mis hermanos al estar en la Fuerza”.

Además, la sección de bomberos aeronáuticos comparte su conocimiento ante la comunidad, mediante la socialización de las capacidades, alistamiento y tiempo de respuesta. Dichas socializaciones se realizan de siete a ocho veces durante el año por medio del programa ‘Así se va a las estrellas’ donde jóvenes estudiantes de instituciones educativas conocen y experimentan la sensación de ser bombero aeronáutico por un día y les ayuda a formar una visión del proyecto de vida que quieren llegar hacer en un futuro, “las Fuerzas Militares como la Fuerza Aérea Colombiana son Instituciones muy bonitas, que contribuyen a crear condiciones de vida, la aviación y ser bombero es lo que más me gusta” señala Hernández.

Estar disponible las 24 horas del día los 7 días de la semana es el arduo trabajo de los bomberos aeronáuticos y personal militar involucrado en esta actividad, puesto que las operaciones aéreas no paran y siempre hay que estar atentos, “cuando hacen el llamado para atender algún vuelo, siempre debe de estar en cada punta del plano un bombero que sirve de apoyo al remolque y al momento de establecer la aeronave, igualmente mantener el extintor al inicio de prueba de motores” resalta Archbold, labor que permite seguir con el cumplimiento de la misión constitucional de proteger la soberanía y dominar el espacio y ciberespacio con las operaciones aéreas de la Fuerza. Con ello al finalizar el día se realizan las caminatas de recolección de objetos extraños en la rampa como partículas de asfalto, metales, entre otros elementos para prevenir accidentes en el aeropuerto y brindar seguridad.

De esta manera, su Fuerza Aérea Colombiana continuará sirviendo a los colombianos y brindando seguridad a las operaciones aéreas en San Andrés Islas.

Autor
Comunicaciones Estratégicas GACAR

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