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El paracaidismo

La mente de un ingeniero, científico y artista como Leonardo da Vinci, quien conoció la naturaleza del aire a través de la invención teórica de un modelo de paracaídas, describió un aparato con la forma de tienda de campaña de 11 metros de alto.

El uso y la aplicación de un aparato, que para la época no tenia nombre, fue escrito en una novela llamada “El reino de Siam” del escritor francés Simón de Foubére, donde dichos objetos existían como un espectáculo cortesano dando inició a lo que hoy en día llamaríamos paracaidismo.

Sin embargo, el 14 de diciembre de 1782, los hermanos Montgolfier, Joseph Michael y Jacques-Étienne, realizaron con seda, lino, bolsas grandes y materiales ligeros los primeros experimentos de globos inflados con aire caliente, pero la fama les llegó el 4 de junio de 1783 cuando realizaron la primera demostración pública de la elevación de un globo, el cual llamarían globo aerostático.

Con una estructura de paraguas de 7 metros de diámetro y velas de barco, el 22 de octubre de 1797 en París, se realizó lo que se consideraría como el primer descenso en paracaídas hecho por el excombicto André Jacques Garnerin, quien vio la técnica como una forma de escapar fácilmente, destacándose por realizar tres lanzamientos más en Francia y uno en Inglaterra.

Sin embargo, tuvieron que pasar 104 años para retomar el diseño del paracaídas como una herramienta aérea; durante la Primera Guerra Mundial era utilizado como una forma de ponerse a salvo en caso de ataque, pero el uso del mismo tuvo un matiz político y social en Inglaterra, porque la presencia de un salvavidas impulsaría a los pilotos abandonar el avión en casos innecesarios mientras que su contraparte adjudicaba sentidos de supervivencia; hoy en día sabemos quien ganó el debate.

La experiencia de la guerra evidenció la necesidad de un paracaídas de emergencia el cual fuera utilizado de forma independiente y lejos de la estructura del avión, es decir, unido al cuerpo en todo momento y ser activado únicamente por el piloto al abandonar la aeronave. Es así como en el año de 1918 en los Estados Unidos se implementó un tipo de paracaídas exclusivo para el servicio militar. Con esos parámetros, en el año de 1945 el ingeniero James Martin desarrolló el “asiento eyectable” para pilotos, un modelo de seguridad vigente en la actualidad.

Aunque en la Segunda Guerra Mundial, el paracaídas no tuvo mucho desarrollo en cuanto a su técnica, se realizaron investigaciones en Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, quienes le dieron una importancia para el lanzamiento de minas terrestres y marítimas, bengalas, tropas, provisiones y la implementación para frenar la carrera en pista del aterrizaje de planeadores.

El paracaídas entre sus funciones deportivas y como un elemento de seguridad para las Fuerzas Militares Aéreas se clasifica según su posición y la finalidad del vuelo, es decir, paracaídas de asiento, de pecho o de espalda.

Estos sistemas de seguridad implementados e innovados por la Fuerza Aérea Colombiana, no sólo son utilizados para el desarrollo de operaciones oportunas, precisas, eficaces y seguras, sino también para mantener protegidos a sus caballeros del aire, teniendo en cuenta los últimos lanzamientos realizados por la institución de paracaidistas sobre el mar.

Espere más información del tema en un próximo artículo, www.fac.mil.co, Noticias Aéreas, su portal de información.

Autor
Mauro Leguizamón- Página Web Fuerza Aérea

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