Pasar al contenido principal
Logo Top

Entrevista al Comandante de la Fuerza Aérea, General Julio González

El pasado miércoles la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, presentó el primer avión Calima T-90, parte de una flotilla de 25 que se construyen con tecnología colombiana y con recursos propios.

La idea es incursionar en la fabricación propia de este tipo de aeronaves para depender, cada vez menos, de tecnología extranjera y de paso capacitar a los pilotos nacionales con aviones nuevos y no con los viejos T-34 y T-41, que llegaron al país en 1954. Esa decisión la tomó, pese a que en uno de esas viejas aeronaves aprendió a volar hace 38 años, el Comandante de la FAC, Mayor General Julio González.

A propósito de las nuevas tecnologías aeronáuticas, este domingo 7 de noviembre, cuando la Fuerza Aérea conmemora 91 años en el aire, será presentado en el país un Boeing 767 de su propiedad, que tiene capacidad para 215 personas y 50 toneladas de peso y cuya velocidad se iguala a la de un jet.

Ese mismo día se inaugurará el Centro de Recuperación de Personal, que servirá como punto de coordinación de operaciones de la FAC tanto en acciones militares como en desastres naturales y atención a la población. Este proyecto fue coordinado con varios ministerios y está ubicado en la base militar de Catam, Bogotá. Su costo fue de 40 mil millones de pesos.

En entrevista con Colprensa, el general González habló de lo que representan estas nuevas adquisiciones, del entrenamiento militar que brindan a pilotos extranjeros, de la Operación Sodoma, de su plan de trabajo y de los hechos que relacionan a miembros del Ejército en violaciones de Derechos Humanos.

La FAC presentó nuevos aviones que fueron construidos con dinero propio y en Colombia, ¿se está contrarrestando el hecho que por el Plan Colombia llegan cada vez menos recursos?

Diría que es la optimización de los recursos. Definitivamente el Plan Colombia tiene que estar girando cada día menos hacia la seguridad y enfocarse mucho más en las necesidades sociales que tiene el país. Necesitamos que el dinero del Estado con que contamos sea muy bien aprovechado y tratemos de no depender de los costos y de los precios que nos imponen; ni de otras tecnologías, sino desarrollar todas las ideas que podamos.

Es decir, estamos desarrollando tecnología propia…

Estamos desarrollando estudios en la parte de ciencia y tecnología que nos permitan disminuir la dependencia tecnológica y gastar, con nuestra propia industria, solamente lo que se requiere. Además, se buscan evitar los costos comerciales en los que se incurre cuando se trae tecnología de otros países y, al mismo tiempo, desarrollar la industria colombiana. Nos hemos unidos con universidades y con las industrias locales en investigación. Por ejemplo, estamos desarrollando un casco que anteriormente nos costaba 43 mil dólares, que ahora nos costará 11 mil, en esa unión de industria y FAC.

¿Cuál es la utilidad de los 20 helicópteros que están en Melgar (en la base aérea de Tolemaida)?

Los 20 helicópteros OH-58 continúan siendo parte del aporte del Plan Colombia y son fabricados y ensamblados en los Estados Unidos. Lo que hacemos es mejorar el entrenamiento de nuestros pilotos con helicópteros mucho más modernos y creando economías de escala, porque antes la Escuela de la Fuerza Aérea tenía un tipo de helicópteros y la de la Fuerza Pública otro. Al unificarlos estamos generando que todos los pilotos sean entrenados bajo la misma doctrina.

¿Cómo se logró ese grado de sofisticación que vimos en la Operación Sodoma?

Entrenamiento, capacidad, compromiso y profesionalismo. En ‘Sodoma’, en un espacio muy reducido, en condiciones difíciles y a las dos de la mañana, logramos que 20 helicópteros de aviación de Ejército y de Policía fueran cubiertos por los helicópteros Arpía de la FAC. Así pudieron desembarcar 480 hombres, en medio del fuego enemigo, sin tener un solo herido, sin que alguna aeronave fuera impactada y sin tener algún accidente entre estas. Además, estaban los aviones fantasma apoyando desde arriba. Estaban 5 helicópteros Black Hawk, Arpías y los aviones de inteligencia captando cualquier señal que pudiera ayudar a las tropas.

¿Cómo va la investigación de los recientes accidentes de dos aeronaves de la FAC (7 y 30 de septiembre)?

Van adelantadas. En el caso del Kfir ocurrió una falla en el motor que hizo imposible que fuera reencendido en el aire, obligando a los pilotos a eyectarse llegando a tierra sin ninguna novedad. Estamos investigando con la empresa que fabricó el avión, la IAI, para que se puedan cumplir las garantías que tenía el contrato. En el caso de la King 350 (donde murieron 6 personas) estamos tomando las medidas que nos dan los investigadores para que no nos vuelva a ocurrir. Creemos que no hubo una falla en el equipo, sino que fueron factores meteorológicos los que desencadenaron el accidente.

¿Por qué se entrenan en Colombia pilotos extranjeros?

Estamos entrenando pilotos mexicanos, dominicanos, peruanos y panameños. Estos países también reciben apoyo del Plan Colombia y los americanos se han dado cuenta que lo que se ha obtenido en Colombia se debe aplicar como modelo a todos los países que luchan contra el narcotráfico; por eso se entrenan acá.

Y ya se van a graduar...

Sí. El 08 de noviembre el presidente Juan Manuel Santos va a estar imponiendo en el pecho de pilotos mexicanos y algunos dominicanos las alas de piloto militar de la FAC. Hecho que permitirá que por toda Latinoamérica sea un orgullo mostrar las alas que identifican al piloto colombiano.

EL CASO TAME

Se presume que miembros del Ejército están implicados en violaciones a los Derechos Humanos en Arauca. ¿Qué se hace en la Fuerza Aérea para impedir que algo similar ocurra?

Ha sido un mandamiento para todas las Fuerzas Militares la cero tolerancia a la violación de los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario. No podemos en ningún momento ‘tapar’ o compartir con alguien que esté violando la ley.

La FAC ha sido la protagonista y la iniciadora de todo lo que es la capacitación en Derechos Humanos. Logramos emplear la figura del asesor jurídico operacional para capacitar a abogados que les den el visto bueno legal a cada una de las operaciones que hace la FAC. Tenemos en nuestras unidades pistas de entrenamiento, en donde simulamos combates y de paso entrenamos para no vulnerar Derechos Humanos. Allí se indica cómo se debe proteger a la población civil y cómo aplicar el principio de distinción en el terreno. Además, se enseña que el combatiente herido pasa a ser una persona protegida a la que hay que tratar como a un ciudadano común.

Incluso a los guerrilleros heridos...

Tenemos un gran número de narcoterroristas que han sido heridos en combate y que por el principio de distinción, pasa a ser automáticamente una persona protegida. A ellos también los hemos rescatado, prestado los primeros auxilios y los hemos llevado a una entidad hospitalaria para que reciban la atención necesaria.

¿Cómo ha sido el trabajo en estos casi 100 días del gobierno Santos?

Nos hemos visto supremamente apoyados por nuestro Presidente, nuestro Ministro y por toda la cúpula. La Unidad Nacional ha sido uno de los preceptos que nos impulsa junto con el de la transparencia y la continuidad en el esfuerzo para doblegar al narcoterrorismo. Hemos visto en casi cien días, cómo nos ha rodeado Colombia entera.

¿Cuál es el plan para estos 4 años de trabajo?

Desarrollo de nuestras capacidades, elevar nuestros niveles operacionales, ser cada día mejores, innovar. Además de estar creando, imaginando cosas para desarrollar a fin de no depender de tecnologías de otros países, sino que nosotros seamos autosuficientes. Esperamos crecer en responsabilidades y en los éxitos que esperan los colombianos.

Calima t-90

El T-90 es un avión liviano de entrenamiento fabricado con materiales compuestos que lo hacen más económico y que va tener la capacidad de permitir el entrenamiento de pilotos a un menor costo y con tecnología de última generación. Los 25 aviones, incluida la fábrica de producción y mantenimiento en Madrid, Cundinamarca, y el personal técnico, tendrán un costo total de 10,5 millones de dólares. La aeronave es ligera, maniobrable, con motor de 310 caballos de fuerza. Se espera que en ésta se haga todo el entrenamiento primario de los pilotos. El costo de producción del T90 que se ha construido hasta el momento fue de 290 mil dólares.

Autor
La Opinión.com / Alejandra Bonilla Mora

Síganos en Google Noticias