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Esta es la historia de Rocky: Contribuyendo en la seguridad Operacional

La Fuerza Aérea Colombiana continuamente desarrolla operaciones aéreas encaminadas en la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad territorial, el orden constitucional y el logro de los fines del Estado. Dentro de estas misiones el transporte de carga y de personal juegan un papel fundamental para apoyar otras Fuerzas y a la población civil, es por eso que garantizar en cada vuelo, la seguridad y legitimidad de las operaciones es primordial dentro de los protocolos establecidos para efectuar la actividad aérea. El éxito de una operación es el resultado de un conjunto de acciones y del trabajo en equipo de muchas dependencias. Hoy queremos hablar de una labor no muy visible pero siempre presente y es la de los caninos militares.

El Grupo de Seguridad No. 25 del Comando Aéreo de Combate No. 2, cuenta con una Escuadrilla de Semovientes Caninos Militares, liderada por un Guía Canino del cuerpo de Suboficiales y 8 Soldados entrenados y titulados como técnicos laborales manejadores de estos animales que gracias a su rapidez y a su desarrollado instinto del oído y olfato, ejecutan tareas de manera más efectiva que el ser humano, convirtiéndose así en un factor indispensables en la supervisión, la prevención de accidentes y la administración de riesgos operacionales, entre otras actividades inherentes al plan de seguridad de la unidad.

Este mes de mayo fue la fecha escogida para llevar a cabo una muy emotiva despedida a uno de los peludos militares del CACOM2 que fue retirado de la Institución al cumplir con su tiempo de servicio activo. El momento del adiós, las fotos y abrazos fue bastante conmovedor, quien tenga la fortuna de vivir el momento, podrá entender que el vínculo que une a un perro con su guía va más allá de la amistad y genera resultados contundentes y favorables cuando el espíritu de equipo y entrega, mueven al binomio conformado por el perro y su líder. Los militares que trabajaron con este animal, llamado Rocky, no dejaban de hacerle mimos, una actividad que en servicio está prohibida, pues puede afectar en el rendimiento de los caninos.

Rocky, es un semoviente canino de la raza Golden Retriever, color caramelo. Nació el 17 de diciembre de 2009 y desde sus primeros días de vida fue donado a la Fuerza Aérea Colombiana para ser adiestrado en la fase de Bio-Sensor e Imprintig, que básicamente es la etapa de estimulación temprana del cachorro donde potencializar sus capacidades de movilidad, respuestas, curiosidad y actitudes exploratorias y genera lazos inquebrantables con las personas, cosas o entornos. El excelente rendimiento del peludo hizo que en el año 2011 culminara un riguroso curso que lo certificó en la especialidad de explosivos, se puede decir que su olfato rastreador es perfecto, pudiendo detectar los olores a mucha distancia y localizando rastros de explosivos en cantidades diminutas; su actividad consistió en oler carros, maletas, equipos y diferentes tipos de carga en busca de cualquier cosa sospechosa para alertar a su guía, si algo anormal llama su atención, con su particular manera de sentarse y que su adiestrador identificaba de inmediato.
Durante sus 10 años de tiempo de trabajo en el CACOM 2, continuó con estrictos entrenamientos para desarrollar sus sentidos en la asociación de sustancias explosivas, hidrocarburos y narcóticos. Participó aproximadamente en 86.400 distintas operaciones militares dentro y fuera de la unidad, su alto entrenamiento lo posicionó como un semoviente canino muy confiable a la hora de detectar explosivos y apoyó los registros tanto en la guardia, como en las rampas con el personal que salía en los diferentes vuelos.

En su carrera militar fue manejado por varios guías caninos, 15 Suboficiales en total y con todos, Rocky se caracterizó por ejecutar las ordenes de manera puntual y coordinada, permitiendo que la Especialidad de Seguridad y Defensa de Bases Aéreas tenga un motivo adicional para seguir gritando victoriosa que se encuentran siempre listos para servirle a Colombia.

Es una lástima saber que Rocky no seguirá merodeando por las zonas de carga y despacho, pero es motivo de alegría que, a partir del momento, puede disfrutar de una vida de retiro con la nueva familia que decidió adoptarlo en el seno de su hogar para brindarle todo su amor.

Autor
Comunicaciones Estratégicas CACOM 2

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