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Mi deber: Mis hijos, Mi Fuerza...

Ser madre, es uno de los regalos que la vida ofrece a las mujeres y significa cambiar muchos aspectos del diario vivir por el bien de otra persona. Durante este suceso cambian la forma de pensar, el tiempo y hasta las prioridades, todo gira en dar todo el corazón y las fuerzas cada día para sacarlos adelante y enseñarles a vivir. En otras palabras, se conoce lo que es el amor incondicional.

¿Pero qué pasa cuando a este acontecimiento se le une la profesión? Y más cuando esta exige un alto compromiso, como el requerido cuando se es militar.

La Fuerza Aérea Colombiana cuenta con mujeres capacitadas, profesionales, abnegadas y comprometidas con la misión institucional en defensa de la soberanía, la independencia, la integridad territorial, el orden constitucional contribuyendo a los fines del Estado. De igual forma, muchas de ellas cuentan con la fortuna de tener hijos y criarlos con principios y valores arraigados a la vida militar, tal es el caso de una Oficial y dos Suboficiales orgánicas del Comando Aéreo de Transporte Militar, CATAM, quienes cumplen funciones importantes en aéreas como el Departamento Jurídico y Derechos Humanos y el Grupo de Apoyo Logístico.

La Capitán Estefany Llantén, lleva 8 años en la Fuerza y actualmente es la Jefe del Departamento Jurídico y Derechos Humanos del CATAM. Cumple un papel importante dentro de la Base Aérea adelantando investigaciones administrativas y disciplinarias, derechos de petición y asesorías legales, lo que le exige un alto grado de concentración, disciplina y compromiso. Es una excelente profesional y ama su trabajo, pero nunca ha olvidado su vida personal y familiar, puesto que tiene la fortuna de ser madre de una pequeña de 6 años, la luz de sus ojos.

“Esto es un tema de prioridades, sé que mi hija es una responsabilidad y una bendición que Dios me dio. Pero creo que cuando eres militar y a la vez mamá tienes que tener en cuenta la organización. Ser muy organizada y responsable con las labores tanto en casa como en el trabajo” dijo la oficial.

Inició su carrera militar debido al amor que le inculcó su padre, un Sargento del Ejército Nacional que le enseño las virtudes de aquellos que deciden entregar su vida y tiempo a una causa mayor, a una vida llena de retos por superar. Esto fue lo que la llevó a soñar con ser parte de la Institución más querida por los colombianos. “Quiero enseñarle esos mismos valores a mi hija, enseñarla a amar sus Fuerzas Militares, pero además que entienda la importancia de cumplir con mi deber”, dijo con una sonrisa.

Una historia parecida vive ​la Aerotécnico Lina Palomeque, una mujer de 29 años, quien trabaja en el Grupo de Apoyo Logístico del CATAM, ella es madre soltera de una niña de 7 años, Sara, quien vive en otro departamento junto a sus abuelos.

“Ha sido difícil tenerla lejos, pero lo que hago es por ella, para darle una vida mejor… Mi hija sabe cuál es mi trabajo y comprende porqué de mi decisión. Esta es una carrera que exige una disponibilidad 24/7 y prefiero que este con mis padres a que este con alguien extraño”, explica la Aerotécnico.

A pesar de tener a su hija lejos, entiende la importancia de cumplir con su labor y es por eso que todos los días se levanta con ánimo y sin desfallecer ante la ausencia de una de las personas más importantes de su vida. “entré a la Fuerza Aérea porque era mi sueño, quería hacer algo importante, ayudar a los demás, pero sobre todo sé que también puedo darle un mejor futuro a mi hija gracias a esta Institución”

Madres que viven sabiendo que cada instante es una promesa de enseñanza que ayudará a sus hijos a crear alas que los permita decidir y volar alto.

De igual forma, la Aerotécnico Yeiny Monar, quien labora como Técnico Asesor Jurídico en CATAM, sabe de la importancia que tiene su papel de madre, pero agradece haber tenido la oportunidad de estar en esta Fuerza. “Nunca hay que olvidar que somos el ejemplo de nuestros hijos. De todo lo que hemos hecho para luchar por nuestros sueños, trabajando y siendo mamás al mismo tiempo, pero sobre todo que somos mujeres capaces, logrando todo lo que nos propongamos”

Monar es madre de una pequeña de 5 años, con la que ha aprendido un nuevo significado de responsabilidad y orden. “Gracias a Dios, la Fuerza ha sido flexible con mi situación, permitiéndome tener el tiempo suficiente con mi chiquita, generando espacios familiares que fomentan la fortaleza de los lazos con nuestros hijos.”

Las historias de estas tres madres militares con una misma responsabilidad: la de brindarle tanto a sus hijas como al país un futuro prometedor, donde todos los colombianos puedan estar confiados en que su Fuerza Aérea Colombiana cuenta con hombres y mujeres capacitados, que ofrecen más que sus vidas al servicio de la nación. Es por esta razón que se levantan cada mañana, dando lo mejor de ellas, mujeres con un sentido de responsabilidad inquebrantable que demuestran su amor por la profesión y por sus hijos.

Autor
Comunicaciones Estratégicas CATAM

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