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Un día con el piloto del Kfir

La labor de piloto de combate es difícil, temida y sobretodo extrema, eso lo sabemos de antemano. Sin embargo poco conocemos de la vida, los pensamientos y las actividades normales que realizan estas personas que día a día defienden la soberanía de nuestro país y buscan sin cansancio la paz de Colombia.

Muchos quisieran ser pilotos, la misma labor que escogió realizar el piloto "Relámpago" hace algunos años y que aún hoy en día lo motiva a despertarse muy temprano para estar en la línea de vuelo a las 6 de la mañana realizando el procedimiento de revisión de la aeronave y de todo su equipo de vuelo.

El calor empieza a ascender mientras el día trascurre y la temperatura fuera de la pista puede llegar fácilmente a los 40 grados centígrados. Es caliente si, y eso que aún no nos hemos acercado a la aeronave donde por supuesto el calor ya es insoportable… él piloto sin embargo ya se acostumbró, y cree que si no volara en esta pista estaría incompleto.

Mientras que se realiza la revisión de la aeronave el debe ponerse su traje antigravedad que tanto en la cintura como en las piernas tiene unas pequeñas bolsas que se inflan para mantener el cuerpo en control; además lleva un casco especial que le permite tener comunicación con otras aeronaves, con la torre de control y obviamente proteger un poco su cráneo en caso de accidente.

Mira la aeronave y se siente orgulloso de poder volarla ya hace 4 años y medio, pues como nos dice, el avión Kfir le permitió asistir a la posesión del señor Presidente Álvaro Uribe Vélez, escoltar el avión presidencial para la visita de George Bush, y realizar ejercicios combinados con la Marina de Estados Unidos.

A pesar de ser una aeronave de los años 70s, eso no es inconveniente para que sea uno de los mejores aviones con los que cuenta la Fuerza Aérea Colombiana, pues sus reformas se han ido realizando a medida que pasan los años y hoy cuenta con toda la seguridad, y eso lo sabe este piloto, por ello vuela con tranquilidad.

Aún así cada día se preocupa por la situación de conflicto en la que debe tomar partido y encomienda sus misiones a Dios, confiando en Él y en la capacidad de armamento que los Kfir tienen. Es consciente que pueden existir fallas humanas y técnicas, o que de alguna de sus múltiples misiones no logre volver sano y salvo con su familia que lo espera en tierra.

Todo eso lo piensa en el vuelo, pero ni sus pensamientos logran distraerlo de realizar su labor a la perfección. Regresa a tierra a las 11 de la mañana aproximadamente. En la pista sus compañeros pilotos lo reciben y lo espera su trabajo administrativo, que también cumple a cabalidad, para pasar la tarde en su escritorio brindando un servicio diferente a toda la sociedad y esperando su próxima oportunidad de volar.

Autor
Página Web Fuerza Aérea

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