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Operaciones especiales de la Fuerza Aérea Colombiana. Segunda Parte

El nacimiento del “Ángel 1”

El Comando de la Fuerza, decidió en abril de 2008 destinar un helicóptero MH60 para esta labor, bautizándolo como “Ángel 1”, que desde entonces ha trabajado por la vida de cada colombiano que requiere ayuda aún en sitios recónditos de la geografía nacional a donde sólo puede llegar una aeronave de este tipo, por la ausencia de un aeropuerto o pista disponible en sus cercanías.

El “Ángel 1” cuenta con una tripulación altamente capacitada para hacer rescates, evacuaciones y transportes aeromédicos tanto de militares como de civiles que tengan situaciones de urgencia médica que comprometan bien sea su integridad o incluso su vida. Por esto, a lo largo de estos dos años la aeronave ha llegado con su vuelo de esperanza a zonas selváticas, cascos urbanos, rurales, páramos, entre otras, con el fin de auxiliar a quien así lo requiera; atendiendo esencialmente heridas de combates y artefactos explosivos improvisados tanto en militares como civiles, pues desafortunadamente Antioquia es una de las zonas con mayor presencia de campos minados no sólo en Colombia sino en el mundo entero.

Los acuerdos internacionales de Derechos Internacional de los Conflictos Armados (DICA) y el Derecho Internacional Humanitario, han declarado estas armas no convencionales como prohibidas para cualquier tipo de enfrentamiento bélico o conflicto interno. Sin embargo, los grupos armados al margen de la ley que delinquen en el territorio colombiano, han encontrado en éstas las mejores armas para detener el avance de la fuerza pública y de la misma política de seguridad democrática, ya que los soldados de tierra, mar y aire junto con la Policía Nacional, realizan a diario operaciones que han venido recuperando la legitimidad y la presencia del Estado en zonas donde anteriormente se tenía presencia de grupos guerrilleros que oprimían, extorsionaban y secuestraban a la población civil sin distinguir entre niños, mujeres, ancianos o adultos.
Sin embargo son los civiles quienes más sufren el poder letal de estos artefactos ya que dentro de su rutina diaria no esperan encontrar estos elementos en el camino a sus hogares, campos, cultivos o las mismas escuelas; ellos, junto con un grupo de personas que también han tenido accidentes de trabajo o de tránsito, también han sido transportados por el Ángel 1 que ha encontrado en el Programa Aéreo de Salud y en el Dapard de la Gobernación de Antioquia, un aliado indispensable para la misión de salvar vidas, pues sus instalaciones en el aeropuerto Olaya Herrera, de la mano con las coordinaciones con hospitales de IV nivel han sido el enlace final para salvar la vida de cada colombiano que llega a bordo del helicóptero.

Este equipo ha consolidado un trabajo que tan sólo en 2010 ha evacuado 458 heridos en todo el territorio nacional y que incluso ha llegado con su vuelo de esperanza a otros países como Costa Rica cuando en 2008 fue devastado por un terremoto que dejó varios sobrevivientes en la zona y que fue con el trabajo y la experiencia de la tripulación del Angel 1 que se lograron salvar más de 100 vidas en ese entonces.

Aún así, con la capacidad con la que cuenta la Fuerza Aérea Colombiana de salvar vidas y su respeto a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, el Angel 1 ha salvado la vida de guerrilleros que han caído heridos en combate con tropas legítimas del Estado y a quienes sus propios compañeros han dejado abandonados, asistiéndolos en tierra las tropas del Ejército Nacional para posteriormente ser transportados por los helicópteros de la Fuerza Aérea ha ciudades en donde les pueden brindar servicios médicos; respetando los convenios internacionales sobre el trato de combatientes heridos y que se encuentran fuera de combate.

Así mismo las poblaciones y comunidades protegidas indígenas han sido transportados en estas aeronaves, cuando por motivos de salud deben acudir a centros urbanos, ya que generalmente sus cabildos se encuentran bastante retirados de centros hospitalarios capacitados para atender urgencias médicas, apoyando a estos hermanos colombianos que como parte de nuestros ancestros, todos debemos propender por su cuidado y protección.

Autor
Teniente Christian Meza Álvarez -Jefe de Prensa CACOM 5

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