Padecer unos días fríos, luchar contra la neblina y soñar con una esperanza de vida mejor para mí y para mi familia, se me ofreció varios años atrás, donde comenzó esta sabia existencia de incorporarme a la Fuerza Aérea Colombiana como controlador de tránsito aéreo Militar. Las múltiples razones que me llevaron a vivir una vida de orgullo y evolución constante no toman parte en este momento, pero sí las comunicaciones aeronáuticas, las cuales abordaron la seguridad operacional de los vuelos mundiales, junto con la especialidad de tránsito aéreo llevó un proceso agigantado de la mano de la educación tecnológica en la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea Colombiana.