Como parte del esfuerzo interinstitucional continuado en la región del Pacífico colombiano contra los Grupos Armados Organizados, se adelantó una operación coordinada e interagencial contra la explotación ilícita de yacimientos mineros, uno de los fenómenos que representa un alto porcentaje de ingresos para el financiamiento de los actores generadores de violencia en el surocciodente colombiano.

